Como enfrentar tus miedos...
- psic.elizabethga
- 17 feb 2021
- 4 Min. de lectura

El miedo es una emoción primaria, básica y universal. Eso significa que está presente en el repertorio emocional de todas y cada uno de nosotros. Entonces, ¿por algo será? ¡Evidentemente! El miedo es un mecanismo de defensa ante situaciones que suponen un peligro.
Si te preguntas por qué tienes miedo debes saber que esta emoción tiene una clara función de supervivencia. Te guía hacia la reacción más apropiada cuando existe algo que supone un riesgo para ti. En gran parte, gracias al miedo han sobrevivido nuestros antepasados. Por ejemplo, cuando el miedo les ayudaba a correr ante un depredador. Actualmente, el miedo es el responsable de que no te pongas a caminar por la autopista o de que no te sientes en la orilla del balcón de un décimo piso.
Todos lidiamos con sentimientos de miedo, incertidumbre y vulnerabilidad. Desafortunadamente muchos de nosotros dejamos que los sentimientos dicten nuestras acciones.
No bases tus decisiones en tus dudas, atrévete a tomar riesgos y deja de poner excusas para hacer lo que más quieres.
Por qué tengo miedo: causas de los miedos e inseguridades
La reacción de miedo aparece ante la percepción de una amenaza. Es decir, cuando nos encontramos en una situación en la que hay un peligro que puede tener consecuencias negativas para nosotros. Por ejemplo, puede causarte miedo quedarte sin trabajo ya que implica efectos negativos en tu economía, tu bienestar y tu calidad de vida.
El miedo no se debe solo a la situación, sino a lo que implica para cada uno. Por ejemplo, si tienes la seguridad de que, en caso de perder un trabajo, podrías encontrar otro fácilmente con las mismas condiciones, la amenaza desaparecería y con ella el miedo.
Por tanto, las causas de la reacción de miedo son ambas:
La situación de peligro.
La falta de recursos para afrontarla.
La tanto la amenaza que implica la situación como la falta de recursos para afrontarla puede ser real o puede ser una percepción. La segunda opción es más frecuente y se debe a las siguientes características personales:
Autoconcepto sesgado: una imagen distorsionada de uno mismo.
Autoestima negativa o inestable: una mala valoración de uno mismo o que dicha valoración va cambiando según acontecimientos externos.
Falta de confianza: ausencia de seguridad y esperanza.
Pesimismo: tendencia a observar la realidad desde una perspectiva negativa.
Aquí te dejo algunas estrategias psicológicas que pueden ayudarte a afrontar tus temores.
1. ASUME QUE EL MIEDO ESTÁ AHÍ
Reconoce que lo estás sintiendo y que puede tener su función. Sentir miedo es algo natural y, si esa emoción ha surgido en ti, seguramente tiene que existir un motivo para que se haya dado.
¿Podrías conocer para qué te está sirviendo? ¿De qué forma el miedo te está ayudando? (escribe las respuestas a estas preguntas para que lo tengas consiente y puedas analizar que cambio puedes iniciar ) ¿Qué función está cumpliendo dentro de tu sistema? Buscar información sobre la función positiva del miedo te ayudará.
2. CÉNTRATE EN LA PEOR FANTASÍA
Para los miedosos, Séneca proponía la técnica de “la premeditación de todos los males”. La puedes realizar de forma más sistemática escribiendo durante media hora cada día todos los pensamientos catastróficos sobre lo malo que te puede llegar a ocurrir. Una vez aceptas todos tus males, el miedo desaparece.
3. ADMITE QUE NO TIENES EL CONTROL
Todos tenemos que asumir que la vida tiene un cierto grado de incertidumbre. Es importante que te des cuenta de que en tu interior hay mecanismos que se activan inconscientemente y que tú no los controlas. Si tienes ataques de pánico, aparecen sin que tú lo decidas.
Existe algo más grande que tú y muchas de las cosas suceden sin que la persona ni la humanidad tengan ningún control sobre ello. ( has una lista de las cosas que le tienes miedo y que no puedes controlar)
4. TRATA DE NO DEPENDER DE TU ENTORNO
Cada vez que alguien te ayuda a hacer algo porque tienes miedo, tu capacidad de enfrentarte a esas situaciones por ti mismo disminuye.
5. EVITA EVITAR Y CONFRONTA TUS MIEDOS
La imaginación es peor que la realidad, así que procura relativizar tus temores. “Llevo las heridas de todas la batallas en las que no he participado”, escribía Fernando Pessoa. “Situación evitada, miedo agrandado”, tenlo muy presente.
6. AMPLÍA TU PERCEPCIÓN
El miedo reduce tu visión de la realidad. Intenta ampliarla fijándote en cómo actúan y viven las personas que están a tu alrededor. ¿Tienen miedo? ¿Tienen problemas? ¿Qué hacen ante las situaciones complicadas y adversas? ¿Cómo las resuelven? Mantén una actitud curiosa hacia los demás e interésate por cómo son y cómo reaccionan. ( acerca a familiares y/o amigos y pregúntales si tienen algún miedo, y como lo han enfrentado )
7. DISTINGUE EL MIEDO DE LA ANSIEDAD
A veces podemos confundir el miedo con ansiedad y no toda ansiedad es miedo. La ansiedad puede ser la expresión de otras emociones silenciadas. Además, suele presentarse en el cuerpo de una forma más generalizada.
8. RECUERDA: EL MIEDO ES SOLO MIEDO
No es una amenaza de muerte, ni mucho menos. Con el paso del tiempo te darás cuenta de que no pasa nada y que uno no se muere de un ataque de pánico. También notarás que mientras estás sufriendo un ataque de pánico no sucede nada afuera.
Cuando puedas aceptar esta realidad, habrás vencido al miedo y podrás ponerlo a tu lado diferenciándote de él, serás capaz de estar con él, ver cómo es... y no dejar de hacer nada por su causa.
El miedo es como un fuego en nuestro interior. Si lo controlamos nos mantendrá calientes para seguir peleando. Pero si no lo controlamos se extenderá y nos devorará, y también a quienes amamos.
PSIC. ELIZABETH GA
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