Agotamiento Psicológico
- psic.elizabethga
- 15 mar 2021
- 5 Min. de lectura

El agotamiento psicológico o la fatiga mental es una dolencia más común de lo que se imagina. Aprenda aquí a reconocer sus síntomas y afecciones.
A veces nos derrumbamos por haber sido demasiado fuertes, por haber soportado demasiado, por haber estado disponibles durante demasiado tiempo, por haber asumido demasiadas responsabilidades… Cuando hay muchos “demasiados” en nuestra vida, es normal que suframos un profundo agotamiento psicológico.
El agotamiento psicológico se refiere a una condición que se presenta en ciertas personas y que se origina como consecuencia de diferentes factores, entre ellos las demasiadas decisiones, gran cantidad de pensamientos intrusivos, trabajo en exceso, las muchas obligaciones, interrupciones, ansiedades. Al mismo tiempo, es también el reflejo del poco tiempo de calidad que las personas tienen consigo mismas, las muy pocas horas de sueño, y la casi ninguna calma interna. En sí se trata de un estado de extremo cansancio mental y emocional, que por lo general suele ir acompañado de la sensación de falta de fuerza física. Con frecuencia se suele experimentar como una especie de inercia física y mental, el individuo suele sentir “pesadez” que envuelve la cotidianidad de las personas.
Este cansancio de la mente también puede ser el resultado del estrés y la ansiedad que se acumula durante periodos prolongados de tiempo, en el que el individuo ha asumido una carga de responsabilidades bastante alta y al mismo tiempo no ha respetado los tiempos de descanso mínimos requeridos por el organismo. Este tipo de agotamiento también puede ser una señal de que la persona requiere de un cambio drástico en su vida, puesto que lo más seguro es que en su vida se encuentre algún elemento que no le gusta, razón por la cual en ocasiones puede ser visto como algo positivo, ya que representa un estímulo para lleva a cabo cambios importantes.
Si el cansancio psicológico no se trata a tiempo, es posible que este se acumule cada vez más a medida que pasan los días y puede llevar a la persona a sufrir diversas alteraciones psicológicas y emocionales, las cuales pueden llegar a afectar su vida diaria, como es el caso de la falta de concentración, la apatía, la tristeza, así como también la dificultad para lograr disfrutar de aquello que normalmente solía gustarle a ese individuo.
A veces no se cae por debilidad, sino por haber sido demasiado fuertes.
Síntomas y consecuencias del agotamiento mental.
Fatiga física: Llega cuando la frustración que termina en agotamiento mental lleva a que poco a poco el cuerpo vaya perdiendo mucha energía. La capacidad física deja de ser la misma de antes, y ahora cuesta mucho más levantarse, moverse y parece que cada vez es más larga la jornada laboral.
También existen consecuencias en el sueño, lo que empeora la falta de energía. Se vuelve común despertarse en la noche o incluso muy complicado conciliar el sueño.
Pérdida de memoria. Se empieza a mezclar la información en el cerebro, y se recuerda de manera incorrecta, lo que en ciertos ambientes laborales puede suponer un riesgo para el trabajo.
Así como el cuerpo se agota, también se afectan otros procesos físicos. La persona puede experimentar taquicardias, problemas gástricos y digestivos, pérdidas de apetito o lo contrario, un apetito voraz.
A nivel emocional, la persona es irritable, pesimista y apática. Sus problemas son el centro del mundo e ignoran el ambiente que los rodea. Además prefieren aislarse y pasar tiempo solo, dejan de asistir a eventos sociales, o los evitan a toda costa. A la vez, comienzas a interpretar los estímulos como si fueran amenazas, lo cual te lleva a reaccionar poniéndote a la defensiva.
Así como sus problemas se vuelven el centro del mundo, estas personas experimentan algo que llaman ‘Anhedonia’ que es la incapacidad de sentir placer. Ya no disfrutan las cosas o situaciones que antes generaban felicidad o ilusión, se vive en un limbo donde todo es negativo.
Lentitud de pensamiento. El agotamiento psicológico también afecta los procesos cognitivos, por lo que puedes percibir que piensas con mayor lentitud o que te cuesta muchísimo trabajo pensar. Lo que antes hacías rápidamente, te cuesta mucho más y a veces incluso te resulta difícil darle un sentido lógico a las ideas en la mente o seguirle la pista a un discurso largo.
¿Quiénes son más vulnerables al agotamiento psicológico?
Todos podemos agotarnos psicológicamente, sobre todo cuando atravesamos situaciones de la vida particularmente estresantes, pero existen algunas características de personalidad que nos pueden hacer más vulnerables a ese agotamiento mental.
Perfeccionismo. Las personas perfeccionistas, que se exigen mucho a sí mismas, terminan añadiendo un peso extra sobre sus hombros que a la larga representa más estrés.
Dificultad para delegar. Las personas que quieren asumir todas las tareas, porque creen que los demás no sabrán hacerlas o no estarán a la altura, son más propensas a sufrir agotamiento psicológico debido a un exceso de responsabilidades.
Sensibilidad extrema. Las personas que son muy empáticas e hipersensibles, son más propensas a sufrir un estado de agotamiento emocional debido a que a menudo asumen los problemas de los demás como propios, sin ser capaces de establecer una distancia psicológica de protección.
Incapacidad para relajarse. A algunas personas, por las características de su sistema nervioso, les cuesta más relajarse y desconectar que a otras. Es como si su cerebro trabajara a mil revoluciones por minuto constantemente. Sin embargo, a la larga, eso termina pasando factura.
¿Cómo afrontar el agotamiento, y qué hacer para cambiar?
Ya que es como si el cerebro trabajara a mil revoluciones por minuto, y todo por más pequeño que sea, empieza a llevar a la desesperación. Por esto después de haber detectado los síntomas, es importante empezar a tomar acciones. Hay que tratar de eliminar de raíz el problema de nuestra afección.
Primero intente cambiar de actitud, ver su situación desde una mirada distinta, reconocer que todo tiene una solución y que nada es tan malo como parece.
Terapia Psicológica, es importante iniciar un proceso de terapia, ya que te fortalece y genera salud mental. es importante aprender a conocerse y y tener paz mental y emocional.
Priorice su descanso y realice actividades que le ayuden a salirse de todo aquello que lo aflige. Recuerde que su tiempo libre es para usted, no debe utilizar estos espacios para tratar de cumplir con sus múltiples compromisos. Convierta en un hábito cotidiano, tan valioso como el trabajo, el tiempo para usted. Esto le ayudará a mejorar o a prevenir el agotamiento.
Sea compasivo consigo mismo o con quienes lo rodean. Es importante que se exija menos y que aprenda a apreciar lo bueno que lo rodea, además de tener una actitud más positiva y compasiva. Sé un poco más realista, no eres un superhombre o una supermujer. A veces no pasa nada si te equivocas, si las cosas no salen perfectas o si las aplazas. Se trata simplemente de que no te añadas una presión innecesaria.
Reencuentre lo que era importante para usted, busque algo que lo llene y le de felicidad y descanso. Hay que reconectar con los sueños y anhelos que lo llenaban de ilusión. Además es recomendable que interactúe con personas que nada tengan que ver con su trabajo, que lo desconecten de esa realidad, como su familia.
Las técnicas de respiración también pueden ser muy útiles. Haga pausas en su trabajo cada hora o cada 30 minutos y respire profundamente para calmar por un momento. También salir a caminar, pararse del puesto y hacer otras actividades que no estén relacionadas con el trabajo ayuda a despejar y a calmar la mente.
Es importante que encuentres un espacio para estar a solas contigo, unos momentos del día en los que simplemente respires con tranquilidad y conectes con tus necesidades, sueños y anhelos.
Ejercicio: El agotamiento es un factor que lleva fácilmente a la depresión, y la mejor forma de combatirlo es recibiendo serotonina por medio del ejercicio.
La preocupación no elimina el dolor del mañana, sino que elimina la fuerza del hoy.
Es importante aprender a identificar este agotamiento; y siempre darle prioridad a nuestra salud mental.
Psic. ELIZABETH GA
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